Los comienzos son siempre difíciles. Un trabajo en equipo y una supervisión son ayudas que marcan la diferencia
Un saludo a los que empiezan en la práctica privada
Los comienzos son siempre difíciles. No sé cuál es tu formación y tu orientación. Supongo que cognitivo conductual porque es la más extendida en las generaciones jóvenes. Si eres cognitivo conductual seguramente te encontrarás con el problema añadido de la soledad. No tenemos cultura de escuela, en la que los que tienen experiencia apoyan y potencian a los que empiezan, el trabajo en equipo está muy poco afianzado y extendido.
Nuestra profesión es más difícil de lo que nos han enseñado. Cuando se sale de la universidad nos parece que la gente tiene que darse cuenta de que la psicología clínica puede resolverles un montón de problemas y que nosotros tenemos las técnicas que nos hacen capaces de resolvérselos. La realidad se encarga luego de enseñarnos que las cosas no son tan fáciles. Las personas no saben para qué vale al psicología clínica, la aplicación de las técnicas no es automática.
Dificultades al empezar en la práctica privada
Además, están los problemas inherentes a empezar en una profesión.
- Quizás la primera incógnita que surge es si van a acudir pacientes a nosotros y es importante porque se trata de la supervivencia en la profesión. No basta con poner un cartel para que se llene la consulta. Para organizar un gabinete es necesario tener una idea empresarial. Hay que preocuparse de hacer un plan de negocio, aunque sea simple, saber qué servicios se van a ofertar, a quién, a qué precio,… son muchas cosas y muy complejas las que hay resolver y aparentemente muy lejanas a lo que podemos considerar que es nuestra profesión.
Conseguido que lleguen los pacientes, el siguiente paso es dar el servicio y con calidad. En este punto se nos plantean también algunas dificultades:
- Nos encontramos con pacientes que no vienen en los libros, no tienen el trastorno DSM-IV puro, ni se ajusta al que describían los libros. Los pacientes nos plantean peticiones ambiguas y diferentes a las que hemos estudiado, tienen reticencias al tratamiento, no se lo creen, vienen con diagnósticos erróneos… Analizar lo que les pasa y decidir la línea de acción no es fácil, pero, salvando la angustia que nos causa, podemos iniciar la terapia.
- Cuando estamos haciendo la terapia, intentando realizar algún programa concreto con el paciente, resulta que no es tan sencillo aplicar lo que aprendimos en la universidad. En realidad lo que aprendimos son programas muy concretos, pautados y reglamentados, como deben ser para la investigación, que se hicieron para pacientes que se prestaban voluntariamente a una investigación, es decir, a un método aún por probar. Se diferencian bastante de los que acuden a una consulta psicológica que piden resultados, métodos probados y exigen porque están dispuestos a pagar por mejorar, lo que tiene la ventaja de que están más motivados en la terapia.
- Los pacientes no se ajustan a los que aparecen en los libros. A veces boicotean la terapia porque lo que les decimos es muy duro y no se ajusta a la solución que ellos han estado probando (solemos proponerles hacer lo contrario a lo que ellos piensan que sería lo lógico), nos ocultan información, no se fían de nosotros, etc. Las diferencias culturales también son importantes, los anglosajones, que son los pioneros en la investigación, hacen religiosamente sus tareas, sus auto registros,… los españoles no son muy aplicados para hacer los auto registros, muchas veces no hacen las tareas que les proponemos,…
- Surge además el problema de nuestras inseguridades y angustias, ¿Cuáles son nuestros límites? ¿Qué patologías no podemos tratar? ¿Qué técnicas podemos usar con seguridad y cuales nos causan verdadero pánico? ¿Sabemos todo lo necesario para tratar a ese paciente? Son muchas preguntas que se refieren a nuestras limitaciones y nuestros miedos.
Tenemos una profesión difícil, es dura y estar enfrente de un paciente es un reto difícil para el terapeuta. Los pacientes nos cargan con sus problemas y quieren que se los resolvamos, muchas veces más allá de nuestras posibilidades.
Sin embargo tenemos una profesión que merece la pena. Trabajamos dentro de una relación personal profunda, con una persona que necesita ayuda y ha depositado en nosotros su confianza. Entender a otra persona y enseñarla a que supere sus problemas es, para mí, la tarea más apasionante que existe. Por eso puedes sacar una conclusión, si tienes vocación, sigue adelante. Con vocación y dedicación todas las dificultades se superan y es un lujo trabajar en la profesión para la que uno está realmente dotado.
Tenemos una profesión que no es muy rentable, es un trabajo duro y estresante y no tiene unos resultados económicos espectaculares. Por eso, si lo que quieres es solamente tener un medio de vida, posiblemente podrás encontrar caminos más sencillos, menos estresantes, con más seguridad laboral y también más rentables.
Qué ofrece Psicoterapeutas.com
Psicoterapeutas.com quiere ofrecerte un apoyo en tus comienzos: el apoyo de un equipo, una sistemática para alcanzar la calidad necesaria para poder trabajar,…
Aprender de otras corrientes
Es cierto que en ambientes universitarios la terapia cognitivo conductual se ha impuesto, fundamentalmente por su base empírica y metodología científica, pero hay que tener en cuenta que en la sociedad hay muchas otras terapias que están implantadas de forma muy fuerte, más del 50% de la terapia que se realiza es de corte psicoanalista y son los que más establecidos están económicamente. Por supuesto en psicoterapeutas.com pensamos que no es la mejor terapia, pero tampoco vamos a hacer la guerra contra ellos. Pensamos que tenemos que aprender de aquellos que llevan muchos años trabajando con un éxito social muy importante. Dentro de sus características es que establecen unos requisitos muy exigentes para que alguien comience a hacer terapia psicoanalítica.
- Tienen establecida un una terapia personal de muchos años para llegar a ser psicoanalista. Esto les da seguridad porque han tenido que pasar y reflexionar sobre las dudas y cuestiones que luego les plantean sus pacientes y han visto que las técnicas que aplican son efectivas. Creemos que esto es un entrenamiento muy importante y positivo para realizar la terapia.
- Exigen una supervisión inicial de algunos casos para poder acreditarse como terapeutas. Luego esa supervisión la pueden continuar como forma de aprendizaje y mejora y hay costumbre de hacerlo de forma sistemática durante toda la vida laboral. Esto les permite sentirse apoyados en su forma de hacer terapia y les permite avanzar y completar sus técnicas terapéuticas.
- Tienen una gran cultura organizativa. Tienen organizaciones y sociedades en las que se mantienen reuniones frecuentes y grupos de trabajo de forma regular. Mientras que los cognitivo conductuales nos relacionamos muy poco.
De esta forma el psicólogo recibe en todo momento un apoyo personal a través de la supervisión y psicológico a través de su propio análisis. Sus reuniones y organización les proporciona un conocimiento personal que incrementa la confianza de unos en otros y sobre todo en los procedimientos que aplican. Esto favorece la derivación de pacientes entre ellos, porque se conocen con mucho detalle, porque interactúan y han ido adquiriendo confianza los unos en los otros. Estos aspectos no son tan claros entre los psicólogos cognitivo conductuales porque estamos aislados y no tenemos una interacción cotidiana, fuera de algunos pocos congresos, y existe una desconfianza grande entre nosotros. Como es lógico la derivación hacia personas desconocidas no se da. En mi opinión deberíamos aprender de ellos y seguir algunos de estos pasos.
- Es importante tener un foro donde discutir cotidianamente con otras personas, comentar e intercambiar información y formación, técnicas, etc.
- También es importante hacer supervisión. No se estila en el campo cognitivo conductual, quizás porque se tiene la idea de una aplicación mecánica de las técnicas. Pero no hay nada más alejado de la realidad, los programas, procedimientos protocolos, etc. son una guía fundamental en la terapia, pero su aplicación es un arte difícil que se aprende analizando nuestra práctica con otros profesionales con mayor experiencia.
Dentro de la formación tiene una importancia muy grande la terapia personal de entrenamiento. Tener la experiencia propia de la aplicación de determinadas técnicas es importante a la hora de poder transmitir y convencer a los pacientes para que las sigan. Muchos piensan que no es posible hacer esto dentro de la orientación cognitivo conductual porque no todos tenemos fobias, obsesiones, depresiones,… pero el que piensa así es que tiene una visión muy corta de la terapia cognitivo conductual porque en realidad, tanto la teoría como la práctica cognitivo conductual se puede aplicar a cualquier ámbito de nuestra vida. El aprendizaje de la competencia que se plantea en los párrafos anteriores es una filosofía que se aplica en todos las actividades que tienen un aspecto económico en la sociedad actual. Hoy día para poder profesionalizarse y vivir de tu profesión, para dedicarse a la psicología clínica en el ámbito privado se tiene que conseguir una mínima formación en gestión y visión empresarial. Hay que organizarse, hacer planes, darse a conocer, tener un mínimo estudio de viabilidad económica de acuerdo con nuestras necesidades. Estas habilidades se aprenden hoy día y es preciso tenerlas en cuenta cuando uno quiere vivir de la profesión que es la actividad principal a la que quiere dedicar su vida.