El exceso de pasión en los problemas de pareja. Cuando el enamoramiento se convierte en un problema
El exceso se pasión, como ocurre con toda conducta, se convierte en un problema psicológico cuando el sufrimiento de quien lo siente es muy grande o dificulta sus relaciones familiares, sociales o laborales.
Generalmente, la pasión contribuye a la formación de la pareja. Sin embargo, a veces, puede generar problemas en la relación de pareja, por falta, por exceso o por estar centrada fuera de la pareja.
El exceso de pasión como problema psicológico.
El exceso de pasión puede manifestarse de forma similar a otros problemas psicológicos.
La pasión como adicción
También nos encontramos con personas que no quieren compromisos y solamente buscan el enamoramiento, iniciando relaciones no duraderas. Tampoco hay que considerar esto como una patología, aunque tiene grandes probabilidades de llegar a serlo porque, a la larga, puede producir sufrimiento y porque van por la vida destrozando corazones.
Considerado así, el enamoramiento inicial puede llegar a provocar conductas parecidas a las de una adicción. Para acabar con una adicción con la fuerza que tiene el enamoramiento, muchas veces, la única solución finalizar la exposición al estímulo que supone la mera presencia de la persona objeto de la emoción.
El amor pasional como obsesión
Se han encontrado relaciones entre la pasión y el trastorno obsesivo compulsivo. Por ejemplo, Thompson y otros (2020) encuentran en su estudio que estar en los inicios de una relación amorosa es un factor desencadenante de compulsiones en los trastornos obsesivos compulsivos.
Otro ejemplo de la relación entre la pasión y el trastorno obsesivo compulsivo lo encontramos en el concepto “Limerence”.
Limerence: el amor obsesivo
Tennov (1979) describe una forma particularmente intensa de pasión romántica. Propuso el término limerence para designarla; pero no cuajó la palabra.
Limerence incluye propiedades motivacionales similares a un enamoramiento intenso y un deseo de que los propios sentimientos románticos sean recíprocos. Aunque, a diferencia del enamoramiento, limerence puede durar meses, años o incluso toda la vida.
El limerence se desarrolla inicialmente después de que una persona admira y/o se siente físicamente atraída por otra persona por la que cree que hay algún indicio de posible reciprocidad.
Cuando una persona no cree ser atractiva y, de pronto, aparece alguien muy atractivo que se muestra inicialmente atraído por ella y da señales de incertidumbre, puede aparecer limerence, en intentos desesperados por volver a sentirse atractiva. (Carswell y Impett, 2021).
Según la teoría de la limerence, la fuente principal de los sentimientos apasionados, las cogniciones y los comportamientos, es la incertidumbre sobre la reciprocidad del interés del otro: dudas de si me quiere o no. El mantenimiento de esta emoción está unido a la presencia sostenida o constante de dicha incertidumbre.
Limerence, según Tennov (1979), tiene componentes que dificultan la vida a quien lo siente y por ello se puede considerar un problema psicológico. Entre estos componentes encontramos:
- Los pensamientos intrusivos sobre el otro,
- El anhelo de reciprocidad romántica,
- La angustia cuando la reciprocidad es incierta,
- Un sentimiento de euforia cuando se logra la reciprocidad y
- La incapacidad de sentir limerence por más de una persona a la vez.
Estos elementos pueden afectar gravemente la calidad de la vida de la persona.
Moderando el exceso de pasión
La regulación emocional es el método que nos permite gestionar el exceso de pasión. Para ello, hemos de fomentar nuestra capacidad de inhibir nuestros impulsos. Lo que se conoce como funciones ejecutivas
Los métodos que se aplican son los normalmente empleados en el tratamiento de las obsesiones: fundamentalmente la exposición al estímulo con inhibición de respuesta.
Unos de los problemas que comúnmente se encuentran en el proceso de regular el exceso de pasión es la falta de motivación que se suele deber a la carencia de claridad de los valores personales que están afectados por ella.
Cómo hemos dicho, para regular una emoción con la fuerza del enamoramiento, muchas veces, es necesario finalizar de forma tajante la exposición física al estímulo. Debido a las reacciones que despierta la mera presencia de la persona objeto del exceso de pasión.
Como obsesión, es necesario hacer una exposición con prevención de respuesta a los pensamientos que traen al presente al objeto del enamoramiento.
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