La pasión en el amor

por José Antonio García y Fernanda Páez
La pasión en el amor

La pasión en el amor

La pasión en el amor no era el título que consideramos inicialmente para este artículo. Al principio lo titulamos como “El amor romántico”. Pero el amor romántico es un concepto que tiene muchas connotaciones en nuestra sociedad que se alejan de nuestros propósitos. Por poner un ejemplo, en muchos casos se considera como el amor que se debe sentir y a este “deber” se le añaden una serie de preceptos que identifican “el amor verdadero”.

En el ámbito académico se define el amor romántico como un intenso anhelo de unión con otro. Cuando el amor es correspondido, surgen sentimientos de plenitud y euforia. Si no lo es, los sentimientos son de desesperación y ansiedad. Está acompañado por una fuerte excitación fisiológica, que busca la relación sexual y también la unión social y emocional y requiere exclusividad. (Carswell y Impett, 2021; Feybesse, 2015).

En el desarrollo del artículo nos hemos centrado en la pasión como conducta que se da en todas las relaciones amorosas. Se considera que todas las relaciones con base en el amor están asociadas a la vivencia de una emoción intensa: el enamoramiento; que es especialmente intenso en los inicios de la relación. Por eso, finalmente hemos dado a este artículo el título de La pasión en el amor.

Enamoramiento como emoción

Algunos describen el enamoramiento como una “explosión” emocional que se acompaña de euforia, obnubilación mental y ansia por estar cerca de la persona en cuestión (Beach y Tesser, 1998), cuya presencia, además, genera reacciones fisiológicas y emocionales intensas. Entre las características más comunes del enamoramiento se incluyen las siguientes:

  • Pensamientos recurrentes sobre la persona querida
  • Falta de concentración
  • Atención centrada en la otra persona
  • Idealización de las cualidades del ser querido
  • La relación con la persona que es objeto del enamoramiento se convierte en el objetivo prioritario dentro de la escala de valores del enamorado/a.

Basándonos en lo anterior, queda claro que una de las consecuencias de estar enamorado es que se ignoran las incompatibilidades de la pareja y se aceptan sus defectos sin darles importancia. Estos efectos del enamoramiento permiten también profundizar la intimidad entre las dos personas y construir lazos duraderos. Por ello, se puede entender que el enamoramiento sea fundamental en la perpetuación de la especie.

Enamorados
El enamoramiento

Enamoramiento: cómo se desencadena

Como toda emoción, surge en un contexto determinado. Frijda (1988) lo describe así en base a un análisis de datos de estudios basados en cuestionarios (Rombouts, 1987, publicados en 1992):

“se desencadena por una secuencia específica de acontecimientos, en la que las cualidades del objeto amoroso son de escasa importancia. Uno puede enamorarse fácilmente por una serie de razones: soledad, necesidad sexual, deseo de intimidad o necesidad de variedad. A continuación, un objeto despierta su interés, también por una de las numerosas razones, como la novedad, el atractivo o la mera proximidad. Y entonces: dele a la persona un momento de esperanza, una breve respuesta del objeto que sugiera interés. Puede ser una confidencia; puede ser una simple mirada, como la que una joven puede pensar que ha recibido de una estrella de éxito. A continuación, dele un breve lapso de tiempo -entre media hora y medio día, según sugieren los autoinformes, para que pueda generar fantasías. Después de esa secuencia, no hace falta más que una mera confirmación, real o imaginaria, para precipitar el enamoramiento, aunque no se quiera”.

La pasión

A toda emoción le acompaña un impulso, más o menos intenso, que nos prepara para actuar. El enamoramiento incluye un impulso muy intenso a unirse a otra persona. Ese impulso se conoce como pasión.

La definición más común de la pasión romántica (también denominada amor apasionado) es «un intenso anhelo de unión con el otro» (Hatfield & Walster, 1978, p. 9). Tiene un componente importante que es la unión sexual. Pero la pasión nos prepara para una unión completa con la otra persona; incluyendo, además de los sexuales, aspectos sociales. personales e incluso espirituales.

Otras publicaciones en Psicoterapeutas.com sobre la pasión en la pareja

La pasión en la construcción del amor

El exceso de pasión

La falta de pasión en la pareja

Otros artículos relacionados que te pueden interesar