En esta página se contestan una serie de consultas sobre el tartamudeo. En concreto sobre qué hacer cunando un niño comienza a tartamudear y como tratarlos, en qué consiste el tartamudeo y como se trata con los adultos. Finalmente se incluye un enlace al nuevo libro Deja de sufrir por la tartamudez del Dr. García Higuera.
Consultas sobre tartamudeo en niños
Luis planteó el siguiente problema:
Mi hijo tiene problemas de tartamudeo desde la edad de 3 años. En la actualidad tiene 8 años. Le pido información sobre el mejor manejo que le puedo dar a esta situación. Mil gracias
No se conocen las posibles causas del tartamudeo. Sin embargo, se sabe que la ansiedad influye y que cuando el tartamudo está nervioso habla mucho peor. De hecho mucha gente de habla normal tartamudea en circunstancias de ansiedad. El sistema motor fino, que utilizamos para hablar, se descontrola fácilmente bajo circunstancias de estrés. En esos momentos, igualmente, nos tiemblan las manos. Por eso, cuando estamos nerviosos es difícil enhebrar una aguja y similarmente nuestro aparto fonador falla en la pronunciación.
El tartamudo pronuncia una palabra unas veces fluidamente y otras bloqueándose. Depende, entre otras cosas, del nivel de excitación que tenga, que puede ser debido a la ansiedad, u otra causa. Puede dar la impresión de que tartamudea porque quiere; pero en realidad lo hace porque está nervioso. Por eso si se le pide que hable bien, cuando lo está haciendo mal,
en lugar de ayudarle estamos incrementando su ansiedad y haciendo que empeore su habla.
El problema se complica cuando el propio tartamudeo se convierte en fuente de ansiedad, ya sea porque los compañeros se ríen o porque los padres regañan o simplemente porque se tiene la sensación de haber perdido el control de los propios actos, y a la vista de todos.
El cirulo vicioso del tartamudeo
Entonces se entra en un círculo vicioso en el que se tartamudea porque se está nervioso y se está nervioso porque se tartamudea. La predicción del tartamudo de cómo va a hablar es determinante de su fallo. Si se chequea y no ve indicios de que vaya a tartamudear, se relaja y habla con seguridad con lo que la probabilidad de tartamudear disminuye y se siente más seguro con lo que hablará mejor, entra entonces en un periodo de habla buena.
Si considera que los signos corporales le avisan de que va a hablar mal, se pone nervioso y su predicción se cumple. Entra entonces en una espiral hacia abajo que le lleva a una época de tartamudeo y sufrimiento.
Tratamiento del tartamudeo en los niños
Es difícil como padres aceptar los problemas de nuestros hijos, los queremos perfectos y felices; verlos sufrir y limitados causa frustración; pero esta es una de las labores de los padres: aceptar a nuestros hijos como son y no intentar que sean como nos gusta. Por eso es conveniente no corregirle ni obligarle a hablar bien. Es recomendable ignorar su tartamudeo y por contra charlar con él cuando se le ve hablando con normalidad. Es importante no exigirle lo que está por encima de sus posibilidades.
Los niños suelen recuperarse del tartamudeo sin mayores esfuerzos. Mientras que la tartamudez es corriente entre los más pequeños se hace más rara con la edad. Cuando se convierte en un problema hay que acudir a un profesional que lo trate. Se puede consultar a un logopeda, le ayudará a pronunciar
las letras y las palabras en las que tiene mayor dificultad lo que puede
darle confianza para sentir el control de su aparato fonador y le resolverá el
problema. Si no te da resultado acude a un psicólogo, dará un
tratamiento más global a las complicaciones de ansiedad, y las personales
y familiares que se hayan articulado alrededor del tartamudeo.
Tratamiento psicológico del tartamudeo en niños
Hasta los seis años los niños todavía no suelen tener su identidad como tartamudos formada, Por eso, hasta los seis años, si su sufrimiento es grande, se puede acudir a un experto en la terapia del tartamudeo para niños que sea experto en el método Lidcombe. Puede encontrar referencias a estos profesionales en la Fundación Española de la Tartamudez.
Cuando han formado su identidad como tartamudos es necesaria la intervención psicológica. No hay que perder de vista que el yo tartamudo se puede construir con la negación rotunda a no serlo.
El origen del tartamudeo puede ser un problema de tipo fisiológico en el aparato fonador y que su causa no sea psicológica; pero en su origen puede haber un proceso psicológico y lo que es indudable es que la ansiedad puede ser un factor que agrave de forma muy notable su problema.
Por otro lado las dificultades en el habla pueden dar lugar a problemas psicológicos. El tartamudo puede inhibir su actividad
social, puede tener miedo a relacionarse con personas de otro sexo, puede sentirse inferior por tener un problema que los demás no tienen, puede dejar de afrontar metas que si no tartamudearan tratarían de alcanzar, pueden desarrollar un autoconcepto de tartamudo como persona limitada, etc.
Cuando existen alteraciones psicológicas, ganar control sobre el habla, realizando ejercicios puede que no sea suficiente. Si la
ansiedad es grande cualquier intervención sobre el habla puede incrementarla y hacer que se hable peor, por lo que los ejercicios que tienen por objeto el entrenamiento en hablar bien fracasan y es preciso un tratamiento psicológico especializado.