Qué es la tartamudez
En esta página se plantea que la tartamudez por sí misma solo es un trastorno psicológico por las repercusiones negativas que tiene en la vida de quien tartamudea. Se repasa cuando es un problema psicológico. Sin embargo, se plantea que se dan procesos psicológicos en su mantenimiento, que tiene características paradójicas. Se aportan enlaces a otras páginas en las que se discuten sus causas, el sufrimiento que produce y las alternativas de tratamiento.
En qué consiste la tartamudez
Introducción
No se conoce la causa de la tartamudez, Tiene raíces genéticas, fisiológicas, sociales y sobre todo psicológicas.
Tartamudear no es en sí un problema psicológico. Para que se considere así tiene que tener una repercusión importante en la vida de la persona para llegar a convertirse en el centro de su vida.
Aunque no sea un problema psicológico, lo cierto es que hace sufrir muchísimo y se dan procesos conductuales que es necesario conocer.
La tartamudez como problema psicológico
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV), que es el método más frecuente para diagnosticar los problemas mentales, define así el tartamudeo:
La característica esencial del tartamudeo es un trastorno de la fluidez normal y estructuración temporal del habla, que es inapropiada para la edad del sujeto (Criterio A).
El tartamudeo se caracteriza por frecuentes repeticiones o prolongaciones de sonidos o sílabas (Criterios A1 y A2). También se observan otros tipos de alteraciones de la fluidez del habla, entre las que se incluyen interjecciones (Criterio A3), fragmentación de palabras (p. ej., pausas dentro de una palabra) (Criterio A4), bloqueo audible o silencioso (p. ej., pausas en el habla ocupadas o no) (Criterio A5), circunloquios (esto es, sustituciones de palabras para evitar palabras problemáticas) (Criterio A6), palabras producidas con un exceso de tensión física (Criterio A7) y repeticiones de palabras monosilábicas (p. ej., «Yoyoyo le veré») (Criterio A8). La alteración de la fluidez interfiere el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social (Criterio B). Si hay un déficit sensorial o motor del habla, las deficiencias del habla son superiores a las asociadas usualmente a estos problemas (Criterio C). Si hay un déficit sensorial o motor del habla o una enfermedad neurológica, se codificarán también en el Eje III. La intensidad del trastorno varía en función de las situaciones y a menudo es más grave cuando se produce una presión especial para comunicar (p. ej., ser preguntado en clase o entrevistado para conseguir un empleo). El tartamudeo suele no producirse durante una lectura oral, cantando o hablando a objetos inanimados o animales. (A6), Circunloquios (sustituciones para evitar palabras problemáticas)
(Criterio B) La alteración de la fluidez interfiere el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social.
En conclusión, lo que es necesario para que el tartamudeo se considere un problema psicológico no es el bloqueo, sino la interferencia que provoca en el desarrollo normal de la vida de quien tartamudea. Por tanto, el tartamudeo es sí mismo no puede considerarse como un trastorno mental y no es indicio de ningún trastorno mental. Solamente se considera así cuando interfiere en la vida de la persona.
La ansiedad y la tartamudez
El proceso que genera la interferencia es la lucha para no sentir la ansiedad y se describía en el libro Terapia psicológica en el tartamudeo:
El problema se complica cuando el propio tartamudeo se convierte por sí mismo en fuente adicional de ansiedad, ya sea por miedo a la reacción adversa de los demás, o simplemente porque se tiene la sensación de haber perdido el control de los propios actos en una tarea fundamental como es la comunicación. Entonces se entra en un círculo vicioso en el que se tartamudea porque se está nervioso y se está nervioso porque se tartamudea.
Desde que escribí ese libro ha avanzado mucho el conocimiento de los procesos psicológicos que componen y generan ansiedad y han dado lugar a un libro en el que se recogen las bases de esta aproximación y ejercicios para avanzar en el proceso de aceptación.
El mantenimiento paradójico de la tartamudez
En el libro Terapia psicológica en el tartamudeo, Editorial Ariel indicaba el círculo vicioso: cuando se siente ansiedad se tartamudea más y si se tartamudea más se siente más ansiedad. Ahora sabemos que este círculo vicioso es paradójico: “cuanto más se desea controlar el habla más se tartamudea”.
Es un principio que se aplica a todas las funciones automáticas que realizamos: cuanto más queremos controlarlas, más las distorsionamos”. Se puede comprobar fácilmente con un ejemplo, si nos ponemos de pie y hacemos todo lo posible para mantener el equilibrio conscientemente, el esfuerzo que tenemos que hacer es tremendo. Sin embargo, si confiamos en nuestro cuerpo, le dejamos libre y esperamos a que reaccione cuando nos vayamos a caer, veremos lo fácil y relajado que es mantener el equilibrio. Otro ejemplo se da cuando jugamos al serio (dos personas se miran a la cara y pierde quien primero sonríe). Si queremos eliminar una conducta automática como es sonreír; sino nos importa perder, será mucho más fácil que si nos esforzamos voluntariamente en no sonreír mientras miramos a la cara a otra persona.
En el caso de la tartamudez se da un problema adicional: cuando repetimos una acción muchas veces la automatizamos y la hacemos inconsciente. En consecuencia, se puede afirmar que cuanto más se desea y más se esfuerza uno en hablar fluidamente, más probabilidad hay de que se bloquee.
Todas las personas que tartamudean tienen la experiencia de que esto es así: cuando no les importa bloquearse y se olvidan de su habla, se bloquean mucho menos. Se da también el efecto contrario: el esfuerzo que tienen que hacer para no bloquearse cuando les importa hacerlo, es tan tremendo que finalmente o abandonan la situación o su sufrimiento es inmenso.
De aquí se deduce la importancia de la aceptación para dejar de sufrir por la tartamudez.
La tartamudez es intermitente
Otra característica paradójica de la tartamudez es que es intermitente, quien tartamudea se pregunta ¿por qué me atasco ahora y cuando estoy solo no?¿por qué tartamudeo ahora en esta palabra que siempre la pronuncio fluidamente?¿por qué tengo ahora una mala época, si he pasado días, meses o incluso años sin apenas tartamudear?
La contestación a estas preguntas es la misma: ahora se está esforzando mucho más en no tartamudear que antes, que casi se había olvidado de que tartamudeaba.
2/1/2012