Estrés continuado. Causas y consecuencias
Heading Title
Consecuencias del estrés continuado
El estrés continuado puede tener numerosas consecuencias
negativas para la salud mental y física de una persona. Algunas de las principales
consecuencias del estrés continuado incluyen:
Problemas de salud mental por estrés continuado
:
El estrés prolongado puede aumentar el riesgo de desarrollar
problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, trastornos alimentarios,
trastornos del sueño y trastornos de estrés postraumático.
Problemas de salud física:
El estrés continuado puede tener un impacto negativo en la
salud física de una persona, aumentando el riesgo de enfermedades
cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes, problemas digestivos y
problemas de piel.
Deterioro cognitivo:
El estrés prolongado también puede afectar la capacidad cognitiva de
una persona, disminuyendo su capacidad para concentrarse, aprender y recordar
información.
Problemas de comportamiento:
El estrés continuado puede aumentar la probabilidad de que
una persona desarrolle comportamientos poco saludables, como el consumo de
tabaco, alcohol y drogas, y también puede afectar negativamente su capacidad
para tomar decisiones y resolver problemas.
Problemas interpersonales:
El estrés prolongado puede afectar negativamente las
relaciones interpersonales de una persona, ya que puede hacer que sea más
difícil comunicarse y manejar conflictos.
Agotamiento:
El estrés continuado puede causar agotamiento físico y mental, lo que puede
hacer que una persona se sienta cansada, sin energía y desmotivada.
En general, el estrés continuado puede tener un impacto
negativo significativo en la salud y el bienestar de una persona, por lo que es
importante buscar formas de manejar el estrés y reducir su impacto en la vida
diaria.
Qué es el estrés postraumático
Referencias
Consecuencias del estrés continuado
McEwen, B. S. (2017).
Neurobiological and systemic effects of chronic stress. Chronic Stress, 1,
1-11. https://doi.org/10.1177/2470547017692328
Katz, D. A., McHale, S. M.,
& Schulkin, J. (2019). Chronic stress and sex differences on psychological,
behavioral, and physiological outcomes. Behavioral Neuroscience, 133(2),
157-171. https://doi.org/10.1037/bne0000286
Problemas de salud física:
Epel, E. S., McEwen, B., Seeman,
T., Matthews, K., Castellazzo, G., Brownell, K. D., … & Ickovics, J. R.
(2000). Stress and body shape: stress-induced cortisol secretion is
consistently greater among women with central fat. Psychosomatic Medicine,
62(5), 623-632. https://doi.org/10.1097/00006842-200009000-00007
Juster, R. P., McEwen, B. S.,
& Lupien, S. J. (2010). Allostatic load biomarkers of chronic stress and
impact on health and cognition. Neuroscience & Biobehavioral Reviews,
35(1), 2-16. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2009.10.002
Lupien, S. J., McEwen, B. S.,
Gunnar, M. R., & Heim, C. (2009). Effects of stress throughout the lifespan
on the brain, behaviour and cognition. Nature Reviews Neuroscience, 10(6),
434-445. https://doi.org/10.1038/nrn2639
McEwen, B. S., & Morrison,
J. H. (2013). The brain on stress: vulnerability and plasticity of the
prefrontal cortex over the life course. Neuron, 79(1), 16-29.
https://doi.org/10.1016/j.neuron.2013.06.028
Problemas de comportamiento por estrés continuado:
Koob, G. F. (2013). Theoretical
frameworks and mechanistic aspects of alcohol addiction: alcohol addiction as a
reward deficit disorder. Current Topics in Behavioral Neurosciences, 13, 3-30.
https://doi.org/10.1007/978-3-642-28720-6_1
Sinha, R., & Li, C. S.
(2007). Imaging stress- and cue-induced drug and alcohol craving: association
with relapse and clinical implications. Drug and Alcohol Review, 26(1), 25-31.
https://doi.org/10.1080/09595230601036960
Kiecolt-Glaser, J. K., &
Glaser, R. (2002). Depression and immune function: central pathways to
morbidity and mortality. Journal of Psychosomatic Research, 53(4),
873-876. https://doi.org/10.1016/s0022-3999(02)00439-3
Carvalho, J. P., Neff, K. D., &
Mikulincer, M. (2016). Attachment-related daily stressors and academic outcomes
among college students. Journal of Social and Clinical Psychology,
35(6), 496